Examinemos la situación de las telecomunicaciones. En primer lugar, nos encontramos con redes de telecomunicaciones aisladas y carentes de una visión de sistemas,porque antiguamente cada institución u organismo del Estado efectuaba la adquisición de equipamiento en forma aislada del resto y ejecutaba lo que consideraba necesario para mejorar el sistema en cuanto a computación y servicios de telecomunicaciones. Ello se debe a que no había una política integral y coherente. Cada quien consideraba la mejor opción que tenía, con los recursos que tenía para establecer sus redes de información y sus redes de telecomunicaciones. Esta situación ha traído como consecuencia la existencia de distintos grados de obsolescencia tecnológica y también distintos grados de desarrollo tecnológico en distintas instituciones. En la misma forma se tienen diversos estándares y niveles de obsolescencia tecnológica que impiden desde luego la interoperabilidad. Es necesario establecer políticas y normativas para que se integren esas redes de sistemas y telecomunicaciones.
Hoy en día ha aumentado la demanda de servicio de conectividad de las instituciones del Estado. En los inicios de las comunicaciones, la primera demanda de conectividad era la telefonía, pero hoy está la Internet, la transmisión de datos, las políticas sobre los Infocentros, los centros de acceso y otros. Ello hace que el aumento en la necesidad de conectividad del Estado sea cada vez mayor y la tendencia sea un crecimiento continuo. Esta situación implica que se necesiten redes de telecomunicaciones con suficientes capacidades para cubrir esta demanda y, por ende, una alta dependencia de los operadores de servicios privados, en los esquemas que se han mantenido.
El segundo de los retos para llegar allí es automatizar todos los procesos que presten servicio al ciudadano. Esto es un gran reto: desde los servicios, pago de impuestos, servicios de identificación, documento de identificación del ciudadano, pasaporte y cualquier otro servicio que preste el Estado. Así como se creó el decreto 825 en cuanto al uso y desarrollo de la Internet, es necesario avanzar en las respectivas legislaciones que orientarán al desarrollo de procesos automatizados bajo estándares y formativas que se dicten, de tal manera de poder lograr en el futuro redes integradas y servicios integrados en estructuras y plataformas sencillas y económicas, a la disposición de todos los ciudadanos.
Se debe tener una orientación hacia la calidad y la eficiencia de los servicios públicos, de esta manera se logrará dar un gran incentivo a la participación ciudadana, colocar la salud al alcance de todos, facilitar nuevas formas de crear valor económico, y producir contenidos que generen valores. Por lo tanto, el sueño es que la oficina del siglo XXI sea una oficina integrada donde el ciudadano pueda disfrutar de todos los servicios únicos y no tenga que ir a la oficina de la ONIDEX ni tenga que ir a una oficina a pagar impuestos del SENIAT, sino que en una sola oficina (que en el futuro podría ser los Infocentros o CEBIT) se puedan hacer todas las gestiones públicas .
Seamos conscientes de sentir la oportunidad que se abre ante nosotros, al colaborar todos los organismos de la Administración Pública Nacional en una visión integradora que una esfuerzos y recursos para desarrollar una infraestructura telemá-tica que sea pilar fundamental para consolidar una sociedad basada en el conocimiento en la República Bolivariana de Venezuela. Existe una oportunidad histórica y todos los que estamos aquí somos protagonistas de esta revolución tecnológica ; somos artífices de esta revolución tecnológica . Al cabo de unos años se verán los frutos de este trabajo ideológico que se está emprendiendo en Telecomunicaciones. La adquisición y uso del hardware en la Administración Pública Nacional debe orientarse hacia una visión integral que siga las políticas tecnológicas que dicte el ejecutivo nacional.
*DIOS TE BENDIGA*.
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